
Bienvenidos a Quinta 24 de Junio
Hay lugares que no se explican, se sienten.
Quinta 24 de Junio no es solo un destino: es un pedazo de historia, un homenaje a los afectos, una pausa en el tiempo. Aquí, cada rincón habla de memorias, de amor recibido y también de los silencios que nos enseñaron. Es un espacio que nació de la vida misma, de esos momentos que marcan para siempre… y por eso lleva una fecha: una que honra a quien encendió nuestra luz y abrazó también nuestras sombras.
En esta quinta, abrazada por la naturaleza del Caribe costarricense, te invitamos a ser vos mismo. A respirar profundo, a dormir sin prisa, a reír sin razón, a mirar el cielo y volver al centro. Ya sea que vengás solo, en pareja, en familia o en busca de paz, este lugar fue creado pensando en vos.
Porque todos merecemos un lugar donde sanar, reconectar y recordar lo verdaderamente importante.
Quinta 24 de Junio: un refugio del alma, donde lo esencial vuelve a tener sentido.

Del Anfitrión
Si estás leyendo esto, es porque el destino te trajo hasta Quinta 24 de Junio. Y aunque tal vez no siempre estaré presente físicamente para saludarte, quiero que sepas que esta también es tu casa.
Este lugar nació del amor, de los recuerdos y de un profundo deseo de compartir la paz que aquí se respira. No somos perfectos —ningún rincón auténtico lo es—, pero cada espacio ha sido creado con el corazón y con la intención de que quien llegue, se sienta parte del lugar.
Aquí, el tiempo tiene otro ritmo. Las aves cantan sin apuro, los árboles abrazan en silencio y Calypso, mi fiel compañero de cuatro patas, será la primera en darte la bienvenida con su alegría incondicional.
No llegaste por casualidad. Llegaste porque tu alma necesitaba un respiro.
Y nosotros, con humildad, te abrimos las puertas para que te sientas en casa, para que descanses, para que recuerdes lo simple y lo verdadero.
Gracias por elegirnos. Gracias por ser parte.
Esta es tu casa. Siempre.
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